Una investigadora de la Universidad de Córdoba, junto a otros científicos estadounidenses y franceses, ha conseguido producir este resistente material utilizando uno de los mayores desechos agrícolas del mundo


Fueron descubiertos hace tan sólo unos años y para parte de la comunidad científica podrían ser el nuevo material de construcción del futuro. Se trata de diminutos cristales de celulosa, la biomolécula orgánica más abundante en la biomasa terrestre. A pesar de su peso ligero y su flexibilidad, se ha demostrado que tienen una resistencia incluso superior a la del mismo acero. Por esta razón, podrían utilizarse para una gran cantidad de aplicaciones como refuerzo y endurecimiento en materiales de construcción, mecánica y biomedicina.

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